Cuando sus hijas se casaron el Cid Campeador, regaló a sus yernos dos espadas como símbolo de aceptación en la familia. La espada Tizona y la espada Colada.
La Tizona es una de las espadas más célebres de El Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar (1043–1099). Según el Cantar de mio Cid pertenecía al rey Búcar de Marruecos y el Cid se la arrebató en Valencia.
La Colada, ganada en combate al conde de Barcelona, regaló esta espada (junto a la Tizona) a sus yernos los Infantes de Carrión.